‘Fracking’ al río Magdalena
Un río Magdalena con mayor y mejor navegabilidad le abriría la puerta a la movilización fluvial de miles de productos.
No estábamos terminando el mes con las noticias sobre el fracturamiento hidráulico que divide al país entre ambientalistas, que lo consideran una actividad nociva, y los técnicos, que creen que se puede hacer con responsabilidad, cuando nos llegó la noticia de otra propuesta de fracturamiento, pero este sí es dañino y no permite discusión alguna. Se trata, nada más y nada menos, que el fracturamiento al proyecto de recuperación del río Magdalena.
Este fracking ribereño consiste en recortar un tramo de Alianza Público Privada (APP) del río para desviar recursos a otro proyecto, cuando el Fondo de Adaptación, con bombos y platillos, se ha comprometido con la recuperación ambiental del canal del Dique.
Desde la Dorada hasta Barranquilla, rechazamos cualquier intento de fraccionar la recuperación del río Magdalena. No es justo, ni responsable, con los millones de colombianos y decenas de municipios que ven en este proyecto un pilar fundamental para su desarrollo.
Es necesario unirnos para hacerle un llamado respetuoso y cordial a la ministra de Transporte Ángela María Orozco, para que se ponga en las chalupas, botes, buques, portuarios y empresarios que se verían perjudicados con esa decisión, y haga caso omiso a ese mal consejo que algún asesor le pudo haber dado.
No olvide ministra, y recuérdeselo a sus asesores, que la visión del río Magdalena desde las épocas de Simón Bolívar, es que esta arteria fluvial es la espina dorsal en la formación del Estado colombiano. También vale la pena recordar que nuestra misión no solo es recuperarlo, sino alejarlo de la guerra y convertirlo en lo que algún día el mismo García Márquez lo llamara “la esperanza”.
Desde cuando se anunció la APP para poner en práctica la tan anhelada recuperación, no solo ha pasado mucha agua por el río, sino que también se sembró la ilusión de lograr cumplirle a los más de seis millones de habitantes de los 57 municipios que se benefician del río, quienes se verían afectados por la decisión de no culminar con el proyecto prometido.
Debemos acabar lo que empezamos, sin retrasos y sin fracturamientos. Como representante de los atlanticenses, y como ciudadano enamorado del río más importante del país, pido que nos unamos para protegerlo y para exigir que se cumpla la recuperación de su navegabilidad.
Miles de familias y muchas empresas dependen de las decisiones que se tomen en las próximas semanas al respecto. Un río Magdalena con mayor y mejor navegabilidad le abriría la puerta a la movilización fluvial de miles de productos provenientes de grandes ciudades, generaría empleo, desarrollo y ayudaría a disminuir costos de transporte.
Las expectativas son altas, y la responsabilidad de este gobierno también. Esperamos que la APP avance sin fracturamientos ni disoluciones y las nuevas decisiones no nos retrocedan una década completa.
César Lorduy Maldonado
Representante a la Cámara por el departamento del Atlántico
Link a columna de opinión: https://www.portafolio.co/opinion/otros-columnistas-1/fracking-al-rio-magdalena-cesar-loduy-maldonado-520954