Por: Lehelvil E. Viloria G. Director Plataforma Digital
Hubo de pasar más de 60 años para hacer realidad un sueño que nació de la disciplina y el amor por los libros para poder repasar y entender el título de esta crónica.
Así es el éxito del Representante en la Cámara, César Lorduy. Una persona que siendo niño fue reciclador, así como suena y que sabe lo que es acostarse con un guineo cuatro filo cocido como comida y levantarse y desayunar de la misma manera porque la situación económica siempre fue precaria cuando caminaba por las calles de los barrios de la ciudad buscando todo tipo de material que pudiera vender en una chivera o a un botellero para seguir la vida.
De este capítulo ha pasado bastante tiempo, pero ese esfuerzo es lo que lo mantiene en su diario vivir para enfrentar los retos de la existencia y ayudar a la comunidad que tienen puesto en él la fe que tanto necesitan para un vivir mejor. Ahora, la principal aspiración de Lorduy es salir elegido este 13 de marzo Senador de la República de Colombia, seguramente lo analizado en las últimas encuestas, lo va lograr. Este esfuerzo y el nombre Lorduy tiene ahora un posicionamiento grande entre las comunidades de Colombia por su detallado trabajo en la Cámara de Representantes el año anterior, paso a paso sus reuniones políticas crecen y hoy lo vemos multiplicándose para asistir a todas y conseguir de la comunidad los problemas y obras que necesitan para gestionarlas ante el gobierno y solucionarlas.
La campaña política de Lorduy
Estas invitaciones a concentrase con la gente donde sea hizo que apareciera una señora que lo conoce desde pelao de nombre Lelys y de apellido García por una información publicada en esta plataforma, logré conseguir el testimonio de una matrona que hoy con 81 años de edad ha estado muy cerca al nombre de Lorduy, “desde una pobreza absoluta hasta que despegó para “pasar a una mejor vida”. Por el esfuerzo de ser un triunfador de la vida” como lo relata esta excelente mujer que hoy padece una artrosis crónica con dos quistes de bake detrás de sus rodillas que hace camine poco y con los tratamientos de especialistas pueda salir adelante con el problema y tener mejor calidad de vida.
Nos contó muchas historias del ahora Representante cuando ella vivía en la misma cuadra de la casa en el barrio Las Flores, también porque el destino así lo quiso vivió cerca de la casa cuando Lorduy se movía en el barrio Cevillar ya que un hijo suyo la trasladó a vivir por un tiempo a ese barrio y fue gratificante ver lo que hacía nos cuenta, “el cambio generacional fue grande y bendecido porque esa vida difícil que vivió, seguramente no quiere que nadie la viva y es mejor la oportunidad del estudio y trabajo para cambiar todo.” Lamenta, que en estos días muchísimos años después quiso verlo para recordar la vieja época pero no pudo porque que llegó muy tarde al evento en el barrio 7 de abril donde había un encuentro de amigos y esta vez fue su hija que la llevó para que viera todo lo que representa para la ciudad el departamento y Colombia el nombre de César Lorduy. Cuando quiso saber de él ya estaba montado en los carros de su avanzada despegando de lugar seguramente a otra reunión.
El contacto lo hizo un hijo de la Señora Lelys se comunicó con la plataforma digital de Barranquilla Desnuda para contarnos la historia que merece este relato, nos dice que todo lo que se escribe en los medios de su vida fue así, es más nos cuenta que: “yo andaba con él y un grupo de pelaos recorriendo los barrios buscando trabajar para sacar adelante nuestras familias”, al oírla recordé lo que dijo una vez Gabriel García Márquez, “Barranquilla es la única ciudad del mundo que cada día tú puedes escribir 4 libros diarios de las vainas raras y excepcionales que ocurren en ella”, ese titular se me quedó grabado desde hace muchísimos años cuando él le contaba a Juan Gossaín, las vainas jodidas de la ciudad.
La Señora Lelys
La señora Lelys García es una mujer que por la época cuando César Lorduy era pelao y recorría las calles de la Flores lo conoció porque eran vecinos, estaba al tanto de todo, César era muy educado y le caía bien ya que andaba con sus hijos y vecinos de la cuadra que buscaban el sostén para sus familias y salían para la exploración de materias primas y vender cualquier cosa que produjera ganancia para las familias. Tampoco tenían la edad para vincularse formalmente a una empresa, o sea el tema era todo o nada y había que buscar el todo para sobrevivir. El tema del Río Magdalena, Puerto Mocho y Bocas de Cenizas era argumento diario que se discutía por el cuidado que cada madre hacía a sus hijos ya que siempre primó lo peligroso que representaba esas aguas turbulentas, muchas veces pescaban pero la suerte que hay que tener para pescar no era diaria por eso era mejor buscar materiales para reciclar y venderlo, aunque cuando el “barro se ponía duro” con el reciclaje sobre todo en la ciénaga de mallorquín hoy espacio que la alcaldía distrital recupera, había que pescar a como diera lugar.
Una historia real de muchos hogares Colombianos
Recuerda doña Lelys que: “César se destacaba más que los demás, de pelo liso, caballón, se veía “mamonuo” ante los demás, era encargado de poner el orden y que se cumpliera las reglas de convivencia al pie de la letra, “ese carácter me gustaba mucho porque siempre lo ponía de ejemplo a mis hijos”, realza la señora “yo tenía un instrumento que era un peso de hilo que le llamaban en la época “peso de carniceros” y era utilizado precisamente por los vendedores de carne, y mondongo que utilizaban galones de aceite Z por la época para cargar su producto al hombro. El peso era un cabezal de madera amarrando a una poncherita de aluminio y con pitas sobre unas rayas en la madera que tenía el travesaño se pesaba. Era un peso certero cualquier cable que encontraban, lo pelaban y hacían una bola, por lo general cuando llega al tamaño de las bolas de trapo como las que juegan futbol en las calles de la ciudad, entonces comenzaban de cero otra bola”.
Explica que “lo que más daba plata era el cobre que vendían en las chiveras o al famoso botellero que pasaba golpeando por las calles destapadas del barrio con un pedazo de varilla a una vieja tapa de protección de los tanque de gas propano de 100 libras haciendo un ruido estruendoso, el ruido era la alarma perfecta para salir y vender el cobre reciclado, este lo pesaba y el pago estaba inmediato.
Segundo encuentro
Explica doña Lelys que: “cuando mi hijo Ernesto me llevó a vivir con él al barrio Cevillar, supe que en la cuadra siguiente, César pasaba mucho tiempo porque trabajaba alfabetizando en el colegio Cruzada Social regido por las Hermanas del Sagrado Corazón, mi hijo me contó que se veía a menudo con él sobre todo al caer la tarde y créame que fue grato cuando lo volví a ver, un abrazo grande y con lágrimas en mis ojos fue el saludo de bienvenida, no podía creer verlo tan animado con los proyectos que había encaminado y a pesar de estar en sus últimos años de bachillerato, la vida le brindó la oportunidad de hacer todo tipo de alianza con la gente de bien para verlo hoy siendo un verdadero político social, y de estos son poquitos los que hay”.
“Y es que esta historia se caracteriza cuando una persona conoce de cerca la pobreza y quiere cambiarla de un tazo, mis hijos me muestran por sus celulares todos los contenidos de su trabajo y quedo maravillada, demorándome todo el tiempo que sea para entender su trabajo. Que emoción tan grande siento cuando lo veo hablar, proponiendo y haciendo para la gente”
Política por siempre
Sigue su relato. “En mi casa tengo dos televisores que mis hijos me han regalado, uno lo tengo en mi habitación y otro en la cocina, donde también tengo una grabadora. Todos los días veo y oigo los noticieros que me tienen informada de lo que acontece en barranquilla, el departamento, Colombia y el mundo, pero con esto de la pandemia del Covid-19 más cerca estoy de la vida política, nunca me perdí un programa que hacía el presidente Iván Duque por las tardes, es que ese tema me mata como dice mi familia, por eso tengo argumentos para hablar. Los noticieros del Senado los persigo, no sé por qué, pero siento bienestar cuando tengo el control remoto en la mano pasando canales de noticias. Al contrario de otras señoras de mi edad, las telenovelas son su recreación preferidas pero yo vivo la democracia con mucho sentido y ver a los verdaderos políticos que hoy tiene Colombia como César Lorduy Maldonado haciendo el trabajo para la comunidad para mi es gratificante, por eso DIOS lo puso en el camino de la gente, ayudando la sociedad y buscando siempre solucionarle para que vivan mejor. Colombia pasa ahora por un trago amargo y no es justo que pasen cosas contrarias que no quiero hablar porque defiendo la democracia a capa y espada. Por eso nuestra república en estas elecciones se debe consolidad para bien de todos. Acordémonos, somos más los buenos que los malos en este país del Sagrado Corazón.”
La reunión que no se dio
“Lo que pasó en el barrio 7 de Abril para encontrarme con César nuevamente muchos años después me dolió mucho, supe que estaba reunido con gente del sector que entendieron porque es bueno llegar esta vez al Senado, pero tuvimos un tropiezo y no pudimos llegar a tiempo, quiero que le diga que cuando pregunté por él y envié a mis hijos a buscarlo para saludarlo me dijeron que acaba de irse para otra reunión en un barrio de Barranquilla y lamentablemente la oportunidad la perdí, pero cuando usted publique esta historia sé que se pondrá en contacto con nosotros, ya que será una ocasión para recordar muchas cosas, imagínese no lo veo desde que estaba en finales de su bachillerato, cuando pase el evento será muchas las anécdotas que cogerán vida nuevamente”.
Con Lorduy por siempre
La historia es conmovedora con la señora Lelys Graciela García, pero la vida nos presenta esta situación de una persona que tiene una estructura de la vida y de la política de forma privilegiada, quiso algún día estar haciendo lo que César Lorduy hace porque dice que: “es la única manera de empujar el carro social y ayudar la gente, de hacer un mejor país ya que hoy somos según datos 50 millones de colombianos que estamos ceñidos a que debemos tener progreso, por eso cuando hablo con la gente convenzo con mi palabra porque votar por Cesar Lorduy y porque en esta oportunidad sacar adelante otro proyecto político cómo Alex Char para que sea presidente ya que hace mucho tiempo para la Costa Caribe Colombiana no lo tenemos, se puede imaginar los cambios que el país puede tener con una administración en 4 años de gobierno presidencial de Alex Char, ayudado por un buen congreso y una cámara baja acertada? El caso de la transformación de Barranquilla es el ejemplo que está mostrando a Colombia y el mundo, 14 años de gobierno bien llevado. Antes la ciudad de barranquilla era un peladero donde los ladrones públicos se robaban hasta los huecos de las calles, y ese modo de vida no puede volver por medio de sus “dirigentes” que ya conocemos, por eso esto no debe volver ya que debemos buscar un cambio total de nuestra política y de nuestro vivir. Esto lo perseguimos y con la ayuda de DIOS, se va dar. Termina diciendo la señora Lelys sentados en su amplio jardín de su casa en el barrio Boston de Barranquilla. LEVG.
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