Columna de opinión en el periódico El Heraldo escrita por Cesar Lorduy. Fecha de publicación: 4 de junio de 2016.
Los psicólogos se han encargado de demostrar que frente a un vaso con contenido de agua hasta la mitad se generan, por lo menos al inicio, dos puntos de vista: el del optimista que lo verá medio lleno y el del pesimista que siempre lo verá medio vacío.
Los pesimistas son buenos vendedores. No tienen que hacer nada distinto a mostrar el lado malo de las cosas: criticarlas, destruirlas y predecir el apocalipsis, con toda la facilidad; fomentar el desánimo y la guerra con los cuerpos de otros; resistirse e invitar a resistirse a fin de evitar, a toda costa, que las cosas cambien, porque si ello sucede la tierra nauseabunda que desean como tribunos ya no la pueden prometer.
El optimista, por el contrario, enfrenta los problemas y sabe que solo se solucionan con esfuerzo. No tiene miedo de admitir errores. Está dispuesto a sufrir las consecuencias de ellos. Abraza la diversidad y está listo para escuchar a los demás, sin que ello signifique que deba complacerlos a todos. Utiliza el fracaso propio, pero en especial el de otros, como una oportunidad para crecer y siempre busca alternativas, opciones y soluciones.
Mucho de lo segundo hay en Colombia y más en Barranquilla. Algunas simples cifras lo demuestran: la educación gratuita de los grados cero a once en los planteles oficiales es una realidad y con el superprograma ‘Ser Pilo Paga’ se demuestra que el esfuerzo se valora y se premia. Hoy, más de 21.000 jóvenes que no tenían los recursos estudian en las mejores universidades. Se construyeron viviendas gratuitas para 100.000 familias en pobreza extrema y cerca de 30.000 hogares compraron casa propia, a través de programas hechos para personas cuyos ingresos no superan los dos salarios mínimos mensuales.
Pasamos de 81% de cobertura en el sistema de salud en 2010 a 96,6% en 2014; hoy más de 22,8 millones de afiliados están en el régimen subsidiado, y 20,7 millones en el contributivo. 95 de cada 100 niños menores de un año están vacunados, y existe el plan de inmunización más moderno y con más vacunas de Latinoamérica.
En 2015 Colombia fue el país con mayor crecimiento económico de América Latina y la economía 11 en el mundo. En ese año el recaudo de impuestos fue el máximo registrado, con $116 billones. El desempleo mantiene la tendencia de estar por debajo del 9%.
En este escenario, Barranquilla es más que la prueba. Todos los indicadores sociales y empresariales han sido superados. La ciudad crece y con ella la voluntad de superar problemas que los pesimistas mantenían para justificar su existencia. Las calles llenas de barro tienden a desaparecer, los arroyos empiezan a ser parte de la historia urbana, los parques se incrementan y el desempleo lo mantenemos por debajo de los índices nacionales.
Muchos problemas siguen existiendo porque en el pasado hubo resistencia para solucionarlos, otros han surgido y seguirán apareciendo, pero al final solo manteniendo el optimismo los podremos solucionar porque el vaso está medio lleno.
Link a columna de opinión:https://www.elheraldo.co/columnas-de-opinion/el-vaso-esta-medio-lleno-264530