La iniciativa de autoría del Representante a la Cámara por el Atlántico, Cesar Lorduy, fue radicada junto algunos congresistas del partido de La U y el partido Liberal. El Gobierno debe prestarle más atención a los puertos.

La Bancada de Cambio Radical radicó un proyecto para crear y organizar las autoridades portuarias regionales. Estos entes serían los encargados de administrar y operar de manera descentralizada los puertos, muelles y terminales. La iniciativa de autoría del Representante a la Cámara, Cesar Lorduy, fue radicada junto algunos congresistas del partido de La U y el partido Liberal.

En el último libro del historiador cartagenero Rodolfo Segovia, el lector se sumerge en los eventos marítimos del siglo XVII ocurridos en el mar Caribe. Buques, galeones, piratas y militares son protagonistas de batallas y estrategias de guerra geopolítica, porque el mar y los ríos han sido las venas sociales y económicas de Colombia y de toda latinoamérica. Así lo entendieron los europeos colonizadores y así nos lo hicieron entender a los criollos, que iniciamos un proceso de tecnificación y organización de puertos e instituciones.

Pero a Colombia le ha faltado un paso en esa organización. Hoy la dirección, planeación, gestión y ejecución de los puertos, zonas portuarias y canales de acceso se desarrolla en un mar de entidades sin coordinación alguna, dando lugar en muchas ocasiones a conflictos de competencias porque no existe un manejo integral, haciendo a la actividad portuaria ineficiente e ineficaz.

En Colombia han sucedido cosas diferentes a las que han logrado los españoles en materia portuaria -a quienes les aprendimos muchas cosas, menos en esto- y hoy ellos son referentes en el mundo: tiene 28 autoridades portuarias, que a su vez administran 48 puertos marítimos,  que son vigilados y controlados por una entidad que se llama puertos del Estado, que es algo muy similar a la Superintendecia de Puertos y Transporte de Colombia, que a su vez depende del Ministerio de fomento, equivalente al Ministerio de Transporte en nuestro país. Son instituciones sólidas y oportunas.

Por eso, con el fin de mejorar la institucionalidad que necesita nuestra Región Caribe las autoridades portuarias deben ser reconcebidas como entidades descentralizadas con total autonomía, vigiladas y controladas por la Superintendencia de Puertos y transporte;  su objetivo debe ser la administración y operación integral y sistémica de los puertos, muelles y terminales, canales de acceso, canales navegables, canales privados, sus zonas de navegación y flotación, y demás componentes de la infraestructura de transporte que correspondan a cada una de las zonas portuarias bajo su jurisdicción.

Además, es necesario definir las contraprestaciones portuarias por la utilización, goce temporal y exclusivo de las zonas de uso público como riberas, playas y terrenos de baja mar; así como la definición de un porcentaje de regalías por el manejo y exportación del carbón ubicado en las zonas portuarias.

Las anteriores son tan solo dos ejemplos de reformas que debemos hacer de inmediato. El Congreso de la República y el Gobierno Nacional deben prestarle más atención a los puertos y a las autoridades portuarias, levar las anclas e iniciar una discusión para mejorar las instituciones marítimas.

Así como la Isla de Providencia, narra Segovia, vivió muchas conquistas y reconquistas trágicas por una mezcla de ineficiencias y negligencias nuestros puertos perderán competitividad, liderazgo y control si no los fortalecemos de inmediato.

Tomado de La libertad.

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