En segundo debate fue aprobado el proyecto de ley que establece medidas para la sustitución de vehículos de tracción animal.

Sustituir los vehículos de tracción animal en el territorio nacional, en aras de evitar el maltrato animal y beneficiar al medio ambiente, es el objeto de la iniciativa aprobada en la plenaria de la Cámara de Representantes.

El proyecto aprobado en segundo debate tiene además como propósito modificar el artículo 98 de la Ley 769 de 2002, y crear una normatividad tendiente a establecer parámetros para la sustitución de vehículos de tracción animal, como acción de seguridad vial, un plan específico de mejoramiento de tránsito y medidas que propenden por el bienestar de los equinos y mulares que son utilizados para este fin, así como a ofrecer garantías para que las personas que derivan el sustento de este tipo de vehículos puedan acceder a programas de reconversión socio-laboral.

La medida aprobada en segundo debate es del partido Cambio Radical, cuenta con la autoría y liderazgo del Representante Oswaldo Arcos y, tiene como coautor al congresista Cesar Lorduy.

El congresista Lorduy manifestó su complacencia con la medida avalada, que en los términos presentados es viable habida cuenta que utiliza diferentes fuentes de recursos para que lo propuesto pueda llevarse a cabo en cinco años.

En todo caso, el parlamentario recordó la sentencia de la Corte Constitucional C-355 del 2003, que tiene relación con el Estatuto de Tránsito, en la que se precisa que los vehículos de tracción animal no pueden ser erradicados de la noche a la mañana, sin crearle a quien los utiliza como una fuente de ingreso, una sustitución productiva. “La tarea debe hacerse paulatinamente y celebro que se haya creado este proyecto que convierte una política local en una de carácter nacional”, precisó Lorduy.

El proyecto que modifica el artículo 98 de la Ley 769 de 2002, contempla también que el uso de animales solo se permitirá para actividades como turismo, recreación y actividades agrícolas; a su vez, el propietario del mismo debe velar por el estado de salud del animal y debe verificarlo cada seis meses con un profesional.

Para dar sustento a lo anterior, el congresista trajo a colación el ejemplo de Barranquilla, en donde la sustitución no se entiende solamente de vehículo a vehículo, sino también como unidades productivas de personas que se dedican a labores de tracción animal y puedan tener algún ingreso económico permanente.

El parlamentario resaltó lo positivo del proyecto al establecer una serie de medidas para el cuidado de los animales, particularmente para casos como el Cartagena y otras ciudades, en las que los animales se usan para actividades turísticas. “Un gran precedente es que los propietarios de estos vehículos usados en la actividad turística puedan sumarse a la sustitución, pero como parte de una política voluntaria”.

Además, en el articulado de la iniciativa se prevé que en cada ciudad creará un comité de seguimiento, verificación y conciliación para esta política.

Como punto importante, se mencionó que los animales no deben cargar el doble de su peso, no pueden exponerse a jornadas de más de 8 horas y tampoco pueden ser usados en algunas tareas en los que su esfuerzo físico sea notorio.