Columna de opinión en el periódico El Heraldo escrita por Cesar Lorduy. Fecha de publicación: 30 de agosto de 2014
La decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) contenida en la Res 47965 de agosto 4 de 2014, en virtud de la cual esa entidad, le formuló Pliego de Cargos a 5 empresas productoras y comercializadoras de “pañales desechables para bebés” y a 44 altos funcionarios de las mismas, es sin lugar a dudas, la decisión más importante en materia de protección de la libre competencia adoptada en la historia de Colombia, y por ende, vital para la eficaz defensa de los mercados y los derechos de los consumidores, pilares fundamentales de la Constitución.
El país entero recibió indignado la noticia, pidió sanciones ejemplarizantes y reconoció el valor que como institución tiene hoy la SIC, que valga decirlo, goza de aprecio y respeto por todos los ciudadanos y empresarios de este país, por cuenta de decisiones similares a las del denominado “cartel de los pañales”, que no hacen más que destapar conductas existentes en varios mercados, pero que hasta ahora, se habían escondido en la total impunidad.
Tecnoquímicas, Tecnosur, Kimberly Clark, Familia y Drypers tendrán que dar explicaciones en la investigación y pedir muchas disculpas al país, en caso de comprobarse definitivamente que en un producto tan sensible y tan de uso masivo, los precios de los pañales y sus calidades por más de 13 años hubiesen estado determinadas por una colusión o acuerdo empresarial, es decir, por condiciones artificiales o amañadas, y no por el desenvolvimiento normal del mercados como todos esperaríamos que ocurriera. Ahora bien, el hecho de que 2 de esas empresas presuntamente cartelizadas hubiesen confesado su condición y aportado centenares de correos electrónicos y declaraciones de sus funcionarios es clara señal de que esa petición de perdón con la sociedad ya empezó, pero que no debería quedar allí, sino continuar en la reparación.
Que se trate de la presunta existencia de un cartel empresarial en un producto como pañales con 15 años de antigüedad, que sea el primer caso de delación en la historia, que estén involucradas las empresas que lo están, es sin duda, una de las noticias más importantes de lo que va corrido del año, pero al mismo tiempo, es un mensaje contundente de las autoridades sobre el hecho de que en Colombia nadie es intocable, que las leyes son para respetar y que las instituciones son y deben ser contundentes en las investigaciones y sanciones, pues solo así, puede construirse una política pública de acatamiento a las reglas de juego, que es finalmente, el escenario ideal para que los empresarios desarrollen sus actividades y todos recibamos los beneficios derivados de ello, es decir, precios más bajos, más opciones de productos, más tecnología, más atención al usuario, entre otras.
Debemos prepararnos para recibir más noticias sobre carteles en productos sensibles y de uso masivo, pues si éstas empresas estaban en lo que se dice que estaban, en muy probable que la autoridad deba tener pruebas contundentes sobre lo que ocurre en otros mercados en donde ellas participan y que en dichas pesquisas haya también empresas delatoras de por medio.
Una prueba de reparación, seria que al asilo San Camilo del Padre Cyrillus, nunca le falten los pañales.
Link a columna de opinión: https://www.elheraldo.co/columnas-de-opinion/el-cartel-de-los-panales-164575