Columna de opinión en el periódico El Heraldo escrita por Cesar Lorduy. Fecha de publicación: 24 de junio de 2017.

El parágrafo 2° del artículo 8° de la Ley 161 de 1994, por la cual se organiza la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena, Cormagdalena, dispone que: “El actual laboratorio de ensayos hidráulicos de Las Flores, dependiente de la Dirección de Navegación y Puertos del Ministerio de Transporte, en Barranquilla, será asumido y utilizado igualmente como centro de investigación científica de la Corporación, para el estudio y diagnóstico de los principales problemas hidráulicos del río Magdalena y sus derivaciones navegables”.

Ese laboratorio fue construido a mediados de 1972 por la extinta Puertos de Colombia y hasta 1977 fue operado por el Laboratorio Central de Hidráulica de Francia. Después por la Universidad de los Andes y desde 1986 hasta 2014 por la Universidad del Norte, año en el que Cormagdalena, a pesar de lo que dice la ley, decidió ‘secuestrarlo’ para entregárselo a Navelena, que nada hizo con él ya que medio cumplió con lo contratado; además, desde Barranquilla dejaron de atender a las poblaciones ribereñas con problemas hidráulicos.

Mientras fue operado en esta ciudad por una institución académica de alta calidad profesional y a prueba de cualquier duda técnica o científica, fue ganador en 1993 y en 2007 del Premio de Ingeniería ‘Lorenzo Codazzi’; en 2009 recibió mención de honor del Premio de Ingeniería ‘Diodoro Sánchez’, en cabeza del ingeniero Manuel Alvarado, por la magnífica obra técnica y científica compendiada en el libro Río Magdalena. Navegación Marítima y Fluvial 1986-2008.

Entre 1972 y 1998 operó el modelo físico a escala del río Magdalena entre el puente Pumarejo y Bocas de Ceniza, contando con un tanque de olas que representaba la condición marina frente al Río. Este modelo entre 1987 y 1998 tuvo instrumentación electrónica holandesa y canales de prueba.

Por los avances tecnológicos, desde 1988 se empezó a fomentar la modelación matemática con el uso del modelo holandés 1D-SEFLOW. Posteriormente se hizo más fuerte cuando se dejó de operar el modelo físico y además porque se contaba con proyectos en otros sectores del Río. En 2005 la Universidad del Norte puso al servicio del laboratorio el MIKE 21C, uno de los modelos más famosos en la época.

Durante los 28 años de operación del laboratorio por parte de esta universidad se lograron contribuciones importantes para la región y el país, como las mediciones permanentes en sitios del río Magdalena donde se desarrollaban los proyectos, con énfasis en el canal de acceso al puerto de Barranquilla. De ahí quedo un eslogan que algunos han olvidado: “Medir y medir para conocer y empezar a entender la naturaleza”.

Otro de los tantos logros, es la conformación de un archivo técnico con los resultados de las mediciones, de los estudios y de los diseños realizados, que aspiramos estén en Cormagdalena, y no en un archivo muerto como parte del museo del río que hay en Honda.

No hay duda de que la Zona Portuaria de Barranquilla es vital para esta capital y por depender del Río requiere de un instituto técnico que opere con recursos, entre otros de Cormagdalena, que se encargue de reactivar las hoy más que nunca necesarias mediciones del cambiante y sedimentado río Magdalena, que se han omitido en estos últimos 3 años. Por eso, y por mucho más, por favor liberen el laboratorio de ensayos hidráulicos de Las Flores y devuélvanselo a la ciudad.

Link a columna de opinión: https://www.elheraldo.co/columnas-de-opinion/liberenlo-devuelvanlo-375629

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